Oscar
Las opciones de Oscar
Oscar pertenece al 8.56% de la niñez trabajadora en Ecuador, siendo afro ecuatoriano es parte del 7% de aquellos trabaja por completar los ingresos familiares.
La historia de Oscar, de 11 años y oriundo de San Lorenzo no difiere en mucho del resto de la niñez trabajadora en el Ecuador; la condición de su vivienda es mala, la economía familiar depende netamente de trabajos temporales o informales del jefe de familia, conforme a los ingresos de su padre tiene o no tener alimentación saludable, la atención médica general y odontológica depende de la facilidad de acceso al sistema de salud pública en la zona. Por otro lado, tiene a su favor: tener una familia constituida, que en su círculo más cercano no se registren problemas de alcoholismo, drogadicción, que sus padres se preocupen por su bienestar -a pesar de las limitaciones económicas- y apuntamos también que no pertenece a ninguna pandilla del sector, por el momento.
A pesar de que la Constitución prohíbe el trabajo para menores de 14 años, en la provincia de Esmeraldas, el grupo comprendido entre 5 y 14 años trabajan en promedio 18 horas semanales, para el caso de aquellos entre 15 y 17 años el promedio asciende a 33 horas semanales, aunque el Código de la Niñez y adolescencia defina como máximo 30 horas.
Él, no descarta volver a vender dulces en los buses, de hecho vendería todo lo que prepare su mamá, pues considera que su aporte económico es valioso para el hogar… por supuesto, en caso de no tener una beca dejará de asistir a la escuela, sin formación alguna sus opciones de obtener un empleo formal y mejor remunerado son escazas, además, es altamente probable que viviendo en una zona fronteriza se vea inmerso en micro tráfico o sea víctima de trata de personas.
Los sueños de Oscar son muchos, quiere ser futbolista profesional, jugar en la selección del Ecuador… por el momento anhela un trabajo fijo para su padre, necesitan una “trici moto” con la que podrán tener ingresos fijos, así Oscar podrá seguir estudiando, jugaría fútbol en su tiempo libre y quizá no volvería a vender dulces en los buses.
El apoyo a través de Misión Don Bosco hace realidad el sueño de Oscar, tener una tricimoto y permite que su prioridad sea asistir a la escuela con la mochila al hombro.