¡Pretextos para ayudar!
Pretextos para ayudar
Un caso muy peculiar fue el de Sonia -nombre ficticio- esta joven según nos contó se dedicó 1 año a cobrar una deuda y solo fue factible cuando le dijo a su expareja, «es para una escuelita de niños pobres, no me voy a quedar con el dinero» al poco tiempo recibió una transferencia bancaria y efectivamente, la destinó a material didáctico y de aseo para esta escuela. Su impulso de cerrar un ciclo en su vida, la llevó a apoyar la educación de 125 jóvenes con rezago escolar.
Del 100% de manos amigas que han ayudado en el camino de la misión salesiana, descubrimos que el 90% quedó sorprendido por haber sentido «recibir más de lo que entregaron».