Digna

Anheló siempre estudiar la Universidad -algo inalcanzable para un buen número de mujeres de su comunidad- Para llegar a la escuela caminaba 2 horas desde su casa en Chilcanchi, estudió y trabajó para culminar el bachillerato en un colegio en Pujilí. Ahora es  estudiante  de Comunicación Social becada por la  Universidad Politécnica Salesiana.

Viste con orgullo su falda, chal, collar y sombrero, símbolos de su identidad indígena, sabe que muchos ojos la observan y eso la desafía más. Vive con premura, los días en Quito que inician a las 5 de la mañana y terminan muy tarde al concluir sus tareas. En la Residencia Estudiantil  tiene un grupo de compañeros que son como su familia, sin embargo  extraña el compartir con sus padres y la cotidianidad  del campo, «muchas veces he pensado en dejar todo e irme, porque ha sido duro… luego pienso en que ellos esperan algo bueno de mí». «Soy la única mujer de mi familia que ha llegado a la universidad«. Planea volver a casa, con su título,  demostrando de lo que es capaz de alcanzar. «Hay mucho por hacer en mi comunidad, debe ser reconocida como parroquia y tener carreteras… al menos eso voy a lograr.» Le gustaría también estudiar medicina, ser doctora. «Si no puedo pagar la carrera  me voy a especializar en leyes para complementar la de comunicación.»

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